Los vecinos de Tristán Suárez, en Ezeiza, están preocupados por la contaminación que genera el agua que viene de las casas y de la cancha de fútbol local. El 24 de enero del año pasado presentaron una carta ante el secretario de Medio Ambiente del municipio, Renzo Platero, que nunca fue respondida.
En esa misiva le solicitaban al gobierno de Alejandro Granados la limpieza de la calle Farina, que es una bajante de agua estancada. “Al no limpiar, se junta el verdín, más la basura y el agua que sale de los baños de las casas y de las piletas del club Tristán Suárez”, explicaron.
El delegado municipal Aníbal Sarubi les dijo que “cada uno tiene que cumplir con lo que tiene”. “Pero nosotros no podemos vivir en medio de la mugre, no podemos recibir visitas porque estamos impregnados de olor a mierda”, señalaron a NOVA, sin eufemismos, los vecinos.
La situación es “grave”, dicen, porque en esa calle “la gente se cae a montones, pasan niños y ancianos, porque ahí cerca está el centro de jubilados”.
Otra de las respuestas del municipio, aunque sobre otra zona del barrio, fue que esa tarea le “corresponde al piquetero Navarro (SIC)”. Según denunciaron ante NOVA, los vecinos escucharon de parte de las autoridades que “no le damos las bolsas porque no limpian”.
Las críticas hacia el secretario de Medio Ambiente vienen porque, en una audiencia con una vecina en diciembre pasado, el funcionario dijo que “el agua que viene de los baños no contamina”. De acuerdo a lo que contaron a este portal, Renzo Platero cuestionó la vestimenta de una vecina en lugar de dar respuestas al reclamo por la limpieza de la calle Farina.
“Le dijo que contaminaba más el uso de la acetona para el quitaesmalte de las uñas y las pilas del reloj de pulsera que llevaba”, señalaron desde Trisitán Suárez, antes de preguntarse “¿por qué tenemos que tener un funcionario que no cumple con sus obligaciones?”.
Recién el 17 de enero de 2012, a casi un año de la primer carta, hubo movimientos al respecto, aunque la suciedad permanece y complica la cotidianidad de los vecinos.
El otro cuestionamiento a la comuna es por los “patoteros” que se hacen presentes en las reuniones vecinales por seguridad. “No los queremos más, queremos vivir tranquilos”, piden en Ezeiza. via
En esa misiva le solicitaban al gobierno de Alejandro Granados la limpieza de la calle Farina, que es una bajante de agua estancada. “Al no limpiar, se junta el verdín, más la basura y el agua que sale de los baños de las casas y de las piletas del club Tristán Suárez”, explicaron.
El delegado municipal Aníbal Sarubi les dijo que “cada uno tiene que cumplir con lo que tiene”. “Pero nosotros no podemos vivir en medio de la mugre, no podemos recibir visitas porque estamos impregnados de olor a mierda”, señalaron a NOVA, sin eufemismos, los vecinos.
La situación es “grave”, dicen, porque en esa calle “la gente se cae a montones, pasan niños y ancianos, porque ahí cerca está el centro de jubilados”.
Otra de las respuestas del municipio, aunque sobre otra zona del barrio, fue que esa tarea le “corresponde al piquetero Navarro (SIC)”. Según denunciaron ante NOVA, los vecinos escucharon de parte de las autoridades que “no le damos las bolsas porque no limpian”.
Las críticas hacia el secretario de Medio Ambiente vienen porque, en una audiencia con una vecina en diciembre pasado, el funcionario dijo que “el agua que viene de los baños no contamina”. De acuerdo a lo que contaron a este portal, Renzo Platero cuestionó la vestimenta de una vecina en lugar de dar respuestas al reclamo por la limpieza de la calle Farina.
“Le dijo que contaminaba más el uso de la acetona para el quitaesmalte de las uñas y las pilas del reloj de pulsera que llevaba”, señalaron desde Trisitán Suárez, antes de preguntarse “¿por qué tenemos que tener un funcionario que no cumple con sus obligaciones?”.
Recién el 17 de enero de 2012, a casi un año de la primer carta, hubo movimientos al respecto, aunque la suciedad permanece y complica la cotidianidad de los vecinos.
El otro cuestionamiento a la comuna es por los “patoteros” que se hacen presentes en las reuniones vecinales por seguridad. “No los queremos más, queremos vivir tranquilos”, piden en Ezeiza. via
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