domingo, 28 de septiembre de 2008

Un revolucionario museo considerado el más ecológico del mundo,Inaugurado en San Francisco


Desde hace algunas horas, la ciudad de San Francisco alberga el museo más ecológico del mundo. La Academia de las Ciencias de California, en EE UU, ha inaugurado un edificio revolucionario diseñado por el italiano Renzo Piano. "Este museo es un regalo a nuestros hijos y a las próximas generaciones", dijo Piano ayer durante la ceremonia de apertura. "Una herramienta para que la siguiente generación le dé a la Tierra la ayuda que necesita", indicó para describirlo.
El resultado es un elegante edificio de cristal y techo ondulado que parece haber crecido de forma natural en el suelo del parque. El arquitecto reconoció que se enamoró del proyecto en cuanto supo de él y que pasó largas horas sentado frente al lugar donde debía levantarse el museo, reflexionando sobre la mejor manera de incorporarlo al entorno del parque Golden Gate, donde se encuentra.

Todo el tejado del edificio - una superficie ondulada de 10.000 metros cuadrados en homenaje a las colinas de San Francisco- está cubierto de plantas y flores autóctonas. Este "techo viviente" cumple la función de mantener fresco el interior del edificio. También sirve a la vez de recoger unos 13 millones de litros de agua al año que se reutiliza en gran parte para uso el museo. En el interior, la temperatura es fresca pese al calor de la calle y sólo hay aire acondicionado en unas pocas zonas del edificio.

Un edificio 'verde' casi al 100%

La nueva sede de la Academia ha costado casi 500 millones de dólares (342 millones de euros). Se espera que se convierta en el primer museo en ganar la certificación LEED platino del US Green Building Council, que evalúa lo "verde" que son los edificos.

El museo ha sido diseñado para investigar dos preguntas básicas: ¿cómo evolucionó la vida? y ¿cómo sobreviviremos? e incluye exposiciones sobre los efectos del cambio climático en California y la evolución de las especies en Madagascar y las Islas Galápagos.
En el techo de cristal, compuertas y cortinillas controladas con un sistema computerizado se abren y se cierran para mantener la temperatura adecuada dentro del recinto y facilitar el paso de la brisa del Pacífico. El reciclaje ha sido prioritario en el diseño; por ejemplo, se utilizaron pantalones vaqueros viejos para el aislamiento de los muros. Además, el museo está rodeado de una marquesina de cristal en la que se han integrado células fotovoltaicas, con las que el edificio genera un 15% de la energía eléctrica que consume. via elPais

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